Los Marcelinus, también conocidos como Camachos, son unos jerséis muy usados antiguamente como prenda de abrigo para los trabajadores del campo y obreros de las fábricas de la comarca de La Garrotxa, en Cataluña. 

Ahora, han apostado por reinventar este tipo de jersey tradicional adaptándolos a las tendencias actuales de la moda. Lo han rediseñado aprovechando sus valores de: comodidad, portabilidad y sobretodo, calidez. 

¿No os parece una maravilla que este tipo de productos se reinventen? Sí, sí, han conseguido un jersey de toda la vida con un formato nuevo y a la moda.

Marcelinus se ha convertido en una empresa textil que nació en Olot, comarca de La Garrotxa, en el año 2008 y presentaron la primera colección el invierno de 2008-2009.

La tradición textil de esta población hace que empresas locales de tejedores, hilaturas, fornituras, confección... participen directamente en la fabricación de sus jerséis. Es, por tanto, 100% local. Está hecho íntegramente en Olot, está diseñado, tejido y confeccionado en la localidad.

El proceso de confección de un Marcelinus es muy largo y laborioso ya que, aunque sigue un proceso industrial, es bastante artesanal en algunas fases.

El primer paso es la elección del hilo, basándonos en la materia que quieren trabajar: lana, algodón, hilo reciclado...) y los colores. Una vez tienen el hilo lo llevan a cada uno de sus tejedores en función de la galga (espesor) que quieren tejer o del tipo de hilo. Cada uno de ellos tienen unas tricotosas adaptadas para cada tipo de punto. A medida que van saliendo las piezas del tejido hay que lavarlas por colores y secarlas en secadora para que haga la encogida necesaria que debe hacer el punto en su primer lavado. ¡Justo después toca empezar el proceso de corte!

Los jerséis se cortan uno por uno: cuerpos, mangas, cuellos, bolsillos... con el fin de seguir bien las canales y obtener un mejor acabado. Una vez tienen todas las piezas cortadas y separadas por tallas, se empieza con la confección. Una vez confeccionados se plancha cada jersey, se compruebas las medidas para que no haya errores en el tallaje y se preparan para servir.

Lo que más me llama la atención es que en alguno de sus modelos siguen trabajando con la composición original de los Marcelinus que se tejían con hilo reciclado obtenido de los recortes textiles triturados.

Además, una vez tienen el jersey doblado listo para enviar, como no lo envían en bolsa de plástico han hecho una faja de punto alrededor que tejen ellos mismos para que no se despliegue. ¡Una maravilla!